Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto del cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que habia contemplado desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
-El mundo es eso- reveló-.Un monton de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
Eduardo Galeano ( El Libro de los Abrazos, 2007, p.1, Siglo XXI)
1 comentario:
Hola Miriam:
¡Enhorabuena por tu blog! Aprovhecho para mandarte los mejores deseos para tu nueva aventura "ciberinternéticaespacial". Y para que todo vaya sobre ruedas te comparto una cita que hoy me he encontrado en eso que revisaba algunos textos:
Dice nuestro amigo el Sub Marcos:
"La libertad es como la mañana. Hay quienes esperan dormindos a que llegue, pero hay quienes desvelan y caminan la noche para alcanzarla. Yo digo que los zapatistas son los insomnes que toda historia necesita..."
Vale pues, un abrazo y que la libertad no nos llegue con sueño...
Un abrazo,
tan, tan.
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